Pero no merecía acabar sus días entre sufrimiento, y en un acto de generosidad y responsabilidad, tuvimos que ayudarla a dormirse eternamente.
Y un pedadizo de corazón se me quebró en ese momento, tan pequeñita, tan bonita, una tristeza enorme me invadió el pecho, ese pecho que a ella le encantaba usar de regazo, pidiendo caricias, mientras se dormía.
Adiós amiga mía, te hemos querido con el alma, te hemos ofrecido una vida digna y cómoda y tu nos regalaste 6 años maravillosos, te queremos y no te olvidaremos nunca.
Mil besos allí donde estés, KIRA preciosa.
Te quiere , tu mami Angi.
D.E.P.
Hace diez meses, se fue Neska, jo chica, se pasa muy mal...
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